10 de diciembre de 2010

Villacañas celebra la Inmaculada Concepción

Una de las más antiguas de España

Siglos antes de la proclamación del Dogma de la Inmaculada, Villacañas ha festejado a la Purísima Concepción porque ha sabido ver en Ella a nuestra Madre, modelo de fe, de cristianos y de entrega, a quien se puede interceder y pedir protección; María y Cristo son una unidad, no se puede separar a María de Cristo o viceversa, su corazón está lleno del amor de Dios, en María está la fuerza del Altísimo…; por todo ello y por lo que se siente en lo más íntimo de cada corazón, la parroquia de Villacañas, como muestra de afecto y gesto de amor, ha celebrado la novena que es como una vigilia prolongada de nueve días en la que los fieles han llenado el templo cada noche.

Desde el año 1576

La imagen de María Santísima fue bajada en procesión, el 28 de noviembre, desde su ermita (de la que hay constancia documental desde 1576) hasta el templo parroquial, rezando el santo rosario. La eucaristía del primer día de la novena estuvo dedicada a «María, modelo de caridad» y fue preparada por el grupo de Manos Unidas. El día 30, las vocaciones. Presidió don Juan L. Gómez, formador del Seminario Menor, que animó a que «nunca entremos en crisisde fe».
Al día siguiente, «María, modelo de catequistas». Fue preparada por los catequistas de sexto de primaria. Al finalizar, don Juan Maestre invitó a los catequistas a que rezaran su consagración a la Virgen Inmaculada.
El 2 de diciembre, «María y la mujer». Intervinieron en la liturgia el grupo de mujeres que ornamenta el entorno de la ermita en la octava del Corpus.Otro día del novenario tuvo como eje «María en el trabajo», preparado por los voluntarios de Protección Civil. Don Luis Lucendo reflexionó sobre «el valor del trabajo y la importancia del trabajo que se hace con amor. En María vemos a la mujer trabajadora». Las bodas de oro y plata fueron la temática de otra jornada. Don Luis Lucendo destacó «la belleza del matrimonio cristiano (vocación, edificado sobre el amor, con una visión positiva de la sexualidad humana, abierto a la vida humana y llamado a ser familia en donde se transmite la fe)».
El 5 de diciembre se produjo un hecho histórico para la localidad: la venida de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen que regaló Juan Pablo II. La eucaristía, dedicada a los jóvenes, estuvo presidida por don Raúl Tinajero, director del Secretariado de Pastoral Juvenil, quien habló del «gran valor de la esperanza y alegría que es saber llevar la cruz» que cada
uno tenemos.
En la eucaristía dedicada a las Hermandades, don Santos destacó que «las Hermandades y Cofradías quieren llevar al Señor a otras personas; son un medio de la Iglesia para hacer llegar la salvación». Don Luis Lucendo, el día dedicado a los ausentes, animó a «reavivar las raíces que nos mantienen».
Llegó el esperado 8 de diciembre, jornada señera en el calendario villacañero. La solemne celebración eucarística es el compendio de lo vivido en la novena. El párroco, don Luis Lucendo, expresó, además de otras muchas reflexiones, que «María es la mujer nueva que nos lleva a vivir la vida de la gracia y de la fe. ¡Qué suerte los que tenemos fe! ¡No dejemos de cuidar el tesoro que es la fe! Quien cree, nunca está solo, sabe que hay una Providencia que le guía en la vida.»
La venerada imagen volvió a su ermita en la masiva procesión, rodeada de paraguas, pero arropada del cariño que los villacañeros tenemos y manifestamos a María Inmaculada

Publicado en "Padrenuestro", por Ángel Novillo Prisuelos

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