
Junto a ellos, se desplazaron hasta Villamayor el párroco de nuestra localidad, don Luis Lucendo que concelebró la Eucaristía, además de representantes de la Cofradía y familiares. De este modo, el sonido del tambor y la dulzaina junto a las coloristas y vistosas danzas sorprendieron y emocionaron a los fieles presentes. Nuestros danzantes realizaron las conocidas como “Tres Cruces” al inicio de la celebración, la marcha “Paloteo” durante la Acción de Gracias para terminar con danzas y paloteos que hermanaron a ambas devociones.
Se sabe que hace un siglo también eran habituales los danzantes en Villamayor de Santiago, pero después y con el paso del tiempo desapareció esta tradición que Villacañas y la Cofradía han sabido mantener desde hace más de 500 años. La imagen conquense es muy similar a la villacañera puesto que ambos “Cristos” lucen la faldilla roja que los identifica.
La tradición cuenta que la primitiva imagen del Cristo de Villamayor llegó al pueblo gracias a un capitán apellidado Carralero que luchó durante la Reconquista, que la cuidó hasta su muerte y que posteriormente fue donada en 1680 a la parroquia donde comenzó a recibir culto. Fue en 1844 cuando, por petición popular, fue nombrado patrón del pueblo que le honra con unas fiestas que tienen en el 5 de septiembre su día grande.
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